Infantiles de buenas noches
-
Los cocuyos que iluminaban los sueños
Cuento: “Los cocuyos que iluminaban los sueños” En un pequeño pueblo mexicano llamado San Estrellita, donde las montañas acarician el cielo y los campos de maíz se mecen al ritmo del viento, vivía una niña llamada Sofía. Sofía tenía cabellos oscuros como la noche y ojos brillantes como dos luceros. Cada tarde, después de hacer sus…
-
El río que contaba cuentos al dormir
Cuento: “El río que contaba cuentos al dormir” En un rincón mágico de México, donde las montañas besan el cielo y los árboles susurran secretos al viento, había un río llamado Xochitli. Este no era un río común, ya que, además de fluir con aguas cristalinas y frescas, tenía un don especial: contaba cuentos al…
-
La hamaca mágica de la abuelita
Cuento: “La hamaca mágica de la abuelita” Había una vez, en un pequeño pueblo al borde de la selva en México, una abuelita llamada Doña Elena. Era conocida por su sabiduría y su bondad. Cada tarde, los niños del pueblo se reunían a su alrededor en su patio, un lugar lleno de flores coloridas, donde…
-
El jaguar que vigilaba las estrellas
Cuento: “El jaguar que vigilaba las estrellas” En lo profundo de la selva mexicana, donde los árboles se alzan como gigantes y el murmullo de los ríos suena como una suave melodía, vivía un jaguar llamado Tlaloc. Su pelaje era de un negro azabache que brillaba como el cielo nocturno, y sus ojos, dos faros…
-
La luna que arropaba al pueblo
Cuento: “La luna que arropaba al pueblo” Era una noche serena en el pequeño pueblo de San Estrella, un lugar escondido entre montañas verdes y vastos campos de flores de colores brillantes. La luna, enorme y radiante, colgaba en el cielo como una lámpara mágica, iluminando cada rincón del pueblo con su luz plateada. Las…
-
El grillito que cantaba sueños felices
Cuento: “El grillito que cantaba sueños felices” En un rincón encantado de la Sierra Madre, donde los árboles danzaban al son del viento y las estrellas brillaban como joyas en el vasto cielo nocturno, vivía un pequeño grillito llamado Gregorio. Gregorio no era un grillito común; su canto era un regalo mágico que llenaba el aire…